Como una forma de reducir la huella de Co2, Scania en Suecia, está estudiando producir piezas de caucho utilizadas en la fabricación de un camión, avenido de residuos de la industria maderera. Mediante un proceso específico se toman los residuos del árbol abedul, y se obtiene un caucho biológico. En los próximos años podrán fabricarse piezas en este material.
Scania está explorando un nuevo tipo
de caucho de origen biológico elaborado a partir de corteza de abedul (un
subproducto de la industria forestal) en un proyecto de investigación
financiado por el estado. El objetivo es evaluar materiales bajos en carbono
que, en el futuro, podrían sustituir al caucho de origen fósil en determinados
componentes de camiones.
La ambición de Scania de impulsar la transición hacia el transporte sostenible no se limita a promover los biocombustibles y la electrificación. Descarbonizar la empresa y la cadena de suministro también implica replantear los materiales utilizados en la fabricación de los propios camiones, hasta los componentes más pequeños.
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algunas piezas de prueba realizadas por Scania para ser usadas en sus camiones |
Como parte de sus esfuerzos de I+D a
largo plazo, Scania está explorando un nuevo tipo de caucho fabricado con
corteza de abedul, un subproducto de la industria forestal que suele quemarse
como residuo. El material, desarrollado por la empresa sueca Reselo, tiene el
potencial de reducir significativamente la huella de carbono de los cauchos de
origen fósil utilizados tradicionalmente en vehículos comerciales.
“En esto consiste nuestro trabajo en I+D: mirar hacia el futuro”, explica Martin Bellander, director técnico y experto en materiales de caucho de Scania R&D. “Cuando vimos un polímero totalmente biológico como este, fabricado a partir de residuos renovables y con propiedades prometedoras, supimos que teníamos que explorarlo”.
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árbol abedul |
Asociaciones estratégicas de
innovación
La idea surgió tras un evento de
encuentro de innovación en el Real Instituto Tecnológico KTH, donde Reselo
presentó sus primeros resultados. Scania ya conocía la tecnología desde hacía
tiempo, pero ahora parecía el momento oportuno, sobre todo porque pronto se
dispuso de financiación externa a través de la agencia sueca de innovación
Vinnova.
“Impulsar la transformación de la industria del transporte implica buscar constantemente materiales con un menor impacto climático”, afirma Jonas Gustafsson, director sénior de colaboración empresarial en Scania R&D. “Colaborar con una empresa en expansión como Reselo a través de un proyecto financiado por Vinnova nos permite predicar con el ejemplo y explorar innovaciones tempranas”.
La colaboración también incluye al proveedor de Scania, AnVa Polytech, que aporta experiencia en fabricación y capacidades de herramientas.
Del laboratorio a la cabina del
camión
El proyecto se inició a mediados de
2024 con el objetivo de probar y evaluar las propiedades del nuevo material,
desde la resistencia térmica hasta la durabilidad química y el rendimiento del
sellado. El primer paso: construir prototipos físicos.
“Hemos producido dos piezas iniciales: una junta de goma para cables y orificios, y una pequeña alfombrilla de goma para el portavasos de la cabina”, dice Bellander. “Una está oculta, la otra es visible, pero ambas demuestran que este material podría funcionar en condiciones reales de conducción”.
Un cambio más amplio en los materiales
Puede que el caucho no sea el
principal generador de emisiones en la producción de camiones (el acero, el
aluminio y las baterías tienen una mayor huella), pero sigue siendo parte de la
ecuación. Especialmente a medida que las emisiones de Alcance 3 (producidas por
el uso de vehículos) disminuyen con la electrificación, las de Alcance 1 y 2
(de fabricación y cadena de suministro) cobrarán cada vez mayor importancia.
«Si el material tiene un buen rendimiento, existe una clara oportunidad de utilizarlo en una amplia gama de componentes de caucho», afirma Gustafsson. «Y se obtiene localmente de una fuente renovable, lo que se alinea perfectamente con nuestra estrategia de sostenibilidad».
El proyecto de investigación concluye a mediados de 2025, pero el impacto a largo plazo podría extenderse mucho más allá de unos pocos prototipos.
“Para descarbonizar un camión, hay que analizar cada componente”, afirma Bellander. “Y a veces los cambios más importantes empiezan con los detalles más pequeños”.
Cómo Scania descarboniza su cadena de valor
Scania se propone reducir sus
emisiones de CO₂ de Alcance 1 y 2 (directas e indirectas) en un 50 % para 2025,
en comparación con los niveles de 2015. Se prevé una reducción adicional del 50
% entre 2022 y 2032.
Para 2030, todas las compras de acero, baterías y hierro fundido para las operaciones europeas de Scania deberán provenir de fuentes ecológicas
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